La crisis laboral en el Frigorífico Euro S.A., una disputa que se arrastra desde principios de año, escaló a un nuevo nivel de tensión esta semana. Aproximadamente 160 trabajadores de la planta, ubicada en Villa Gobernador Gálvez, mantienen un corte de tránsito total en la intersección de las calles San Diego y Filippini, exigiendo el pago inmediato de la totalidad de los sueldos adeudados de octubre y la reincorporación de 47 compañeros que quedaron en situación de despido.

La medida de fuerza, que incluye la toma pacífica de la planta, se decidió luego de que la empresa incumpliera un acuerdo salarial firmado en el Ministerio de Trabajo y cortara abruptamente la comunicación con el personal.

Incumplimiento y Desaparición de Directivos

Según confirmaron delegados del Sindicato de la Carne, la firma se había comprometido a depositar los haberes de la última quincena, lo cual no sucedió. "La empresa se comprometió a pagar los sueldos... esperamos los sueldos y no se depositaron. A partir de ahí perdimos todo el contacto con ellos", explicó Walter Navarro, delegado de los trabajadores, señalando que los directivos "desaparecieron" y la cúpula en Buenos Aires no responde.

El conflicto afecta a todo el personal: los 110 empleados que estaban activos, los 47 cuyos despidos se efectivizaron al finalizar la conciliación obligatoria, y aquellos que estaban bajo la modalidad de "garantía horaria" sin cumplir tareas. La gravedad es tal que, según los trabajadores, nadie cobró, ni sueldos ni indemnizaciones.

Familias en la Calle y Riesgo de Cierre

La preocupación entre los empleados, muchos con décadas de antigüedad en la histórica tripería, es la pérdida inminente de 160 puestos de trabajo. El Frigorífico Euro, que supo contar con más de 700 trabajadores, ha reducido su personal de manera progresiva en los últimos años, agudizando la crisis desde enero.

Con el corte de la vía pública, que afecta la circulación en una zona clave de la ciudad, los manifestantes buscan visibilizar su desesperada situación y forzar una instancia de diálogo con los dueños, quienes son señalados por el gremio de ser un grupo inversor "financista" sin conocimiento del rubro. La permanencia en la calle y la toma de la planta se mantendrán hasta obtener "una respuesta que traiga tranquilidad a las familias", aseguraron los voceros gremiales